Hoy dedicamos nuestro blog al trabajo del ilustrador Eduardo Luzzati que, con su trazo sencillo y poderoso, realiza dibujos comprometidos y con una gran carga social y política.
Eduardo Luzzatti, un ilustrador tardío
Nacido en Barcelona en 1966, Luzzatti es ilustrador, fotógrafo y diseñador gráfico. Sin embargo, la ilustración llego tarde a su vida, casi al rondar los 50 años.
Y es que Luzzatti siempre había pensado que no sabía dibujar. «Recuerdo en el colegio haber presentado algún dibujo de mi hermano porque yo me creía incapaz de representar algo mínimamente reconocible. En 2015 llegué a la ilustración con 49 años y casi por casualidad. Soy diseñador gráfico y me encargaron una infografía sobre la deuda que dejaba Rita Barberá en el Ayuntamiento de Valencia, el icono que debía representar a la entonces alcaldesa derivó en una ilustración conceptual que tuvo una buena acogida. Eso me animó a desarrollar esta habilidad para incorporarla a mi perfil profesional».
Eduardo Luzzatti se graduó en Multimedia en la especialidad de Comunicación Visual y Creatividad por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), con un curso avanzado de Ilustración Profesional de la Escuela Superior de Arte y Tecnología de Valencia (ESAT) y estudios avanzados de fotografía en el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya (IEFC).
El ilustrador barcelonés, que vive y trabaja en Valencia, ha trabajado para The New York Times, Inc. Magacine, revista ELLE Fr, Cartelera Turia, Periódico Diagonal, El Salto o Editorial Confluencias, entre otros destacados clientes, y ha colaborado en numerosas exposiciones tanto como fotógrafo como ilustrador.
A la hora de enfrentarse a un nuevo proyecto, Luzzatti reconoce que cada trabajo es diferente y requiere de un proceso específico: “Lo primero que hago es leer el encargo para saber qué es lo que quiere exactamente el cliente. A veces es necesario hacer un proceso de documentación para complementar la información que aporta el cliente. También suelo hacer búsquedas en Internet para conocer cómo se ha tratado el tema con anterioridad y evitar caer en lugares comunes”.
A la hora de afrontar el proceso creativo, Luzzati lo aborda de diferentes maneras. “Unas veces con lápiz y libreta haciendo dibujos rápidos de forma casi compulsiva, otras en el ordenador examinando formas abstractas o elementos concretos, buscando oportunidades donde utilizar el espacio negativo. Cuando las ideas no fluyen desconecto, me voy al parque a pasear o me tomo una cerveza. Muchas ideas se concretan precisamente en el momento de relajar mente”.
Reconoce que lo que más se le resiste a la hora de plasmarlo en papel es lo superfluo, lo meramente estético. Y es que el trabajo de Eduardo Luzzatti sumamente conciso, limpio y directo y con un gran sentido crítico.
Influencias musicales a la hora de dibujar
La música punk-rock con su eficacia en 2 minutos y la sutileza del jazz han influido en Luzzatti a la hora de dibujar. “De la música he aprendido muchas cosas que aplico a diario en mi trabajo. De los Ramones siempre he admirado su inmediatez y capacidad de síntesis, sus canciones no duraban más de 2 minutos y no utilizaban más de 3 acordes, una fórmula que intento trasladar a las formas y los colores”.
Por otro lado, Luzzatti cita a Miles Davis que daba tanta importancia al silencio como al sonido: “El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de todos los ruidos», un concepto que aplicado a la imagen puede dar resultados sorprendentes, afirma el ilustrador.
Prueba del amor de Luzzatti por la música es su actual proyecto personal en curso: rediseñar desde una visión minimalista las portadas de sus discos
preferidos.
De lo último que ha visto y leído, Luzzatti nos recomienda el libro «Donde nadie te encuentre» de Alicia Giménez Bartlett y la peli «Kóblic» de Ricardo Darín. Eso sí, si tiene que elegir un artista para irse de juerga, Luzzatti se lanzaría con Tarantino -quién sabe si al ritmo endiablado de Los Ramones-.
Un dibujante con conciencia de clase
Eduardo Luzzatti ha publicado el libro “LA DEUDA SOSTENIBLE y otros cuentos neoliberales”, en el que destaca su línea directa y con carga social.
Luzzatti no cree que el trabajo de ilustrador esté reconocido, pero considera que no es un problema exclusivo del sector, sino que entra dentro de la lógica capitalista. “El capitalismo es como una apisonadora. Desde lo individual no podemos hacer gran cosa. Las profesionales de la ilustración tenemos que unirnos para avanzar, pero también recuperar la conciencia de clase y construir una lucha intersectorial”, afirma el dibujante y diseñador.
Muchas gracias a Eduardo Luzzatti, ha sido todo un placer colaborar con él en este proyecto. ¡Esperamos repetir!
