Con un poquito de retraso (culpemos a la vuelta al cole), os presentamos a la ilustradora encargada del mes de septiembre en nuestro calendario: Nuria Riaza.
La reina del boli: Nuria Riaza
La ilustradora Nuria Riaza se recuerda desde bien pequeña dibujando y guarreando con pinturas: “Creo que igual que cualquier niño pequeño, aprendí a garabatear antes que a escribir, e incluso antes que a hablar” nos confiesa la dibujante.
Su estilo es muy personal, con toques surrealistas y el romanticismo que da la técnica con boli (que completa a veces con algunos toques de bordados): “dibujo con bolígrafo porque así aprendo a aceptar que el error es parte de cualquier proceso”.
A pesar del vértigo que nos entraría a cualquiera si tuviéramos que dibujar directamente con un boli, Nuria Riaza reconoce que no le da mucho respeto la hoja en blanco: “Cuando empiezo un dibujo lo tengo todo muy claro. Más que nada, porque el bolígrafo no se borra”.
La ilustradora reconoce que si no llega la inspiración tiene un buen arsenal de ideas: “Voy dejando cuadernos y libretas por todas partes, llenos de bocetos, frases y conceptos que se me van ocurriendo. Si cuando empiezo de cero un proyecto no se me ocurre nada, les doy un repaso. Siempre hay algo que provoca la chispa para empezar el incendio”.
Una carrera de largo recorrido
Nacida en Almansa (Albacete), Nuria Riaza es licenciada en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València y completó su formación con el Máster de Diseño e Ilustración.
Los dibujos de Nuria Riaza están presentes en multitud de formatos, ya que ha trabajado como ilustradora textil, editorial y publicitaria. En estos ámbitos ha colaborado con prestigiosos clientes como Warner Music, Diesel, Oysho, Calzedonia, Penguin Random House, CNN, Casio, Little White Lies, Ópera Nacional de Múnich, El País Semanal, Panenka, Glamour, The Atlantic, Open Air St. Gallen, Festival de les Arts, Valencia Plaza; entre otros.
Además, ha publicado en Smoda (El País), EME Magazine, Panenka, Juxtapoz, Booooooom!, Hi-fructose, Exhibition-ism, Artnau y Lamono; entre otros.
Con una carrera tan meteórica y una lista de clientes tan extensa; Nuria Riaza se ha hecho un hueco en el panorama de la ilustración.
Sobre el sector, Nuria cree que cada día hay más cultura del dibujo, “estamos en un momento de efervescencia en el que se consume mucha ilustración porque nos hemos acostumbrado a verla por todas partes. Otra cosa, es que nuestro trabajo sea reconocido, o se entienda”.
Aunque cada vez hay más galerías y museos que dan cabida al cómic o a la ilustración, Nuria cree que siguen siendo un número muy bajo y considera que es duro que, incluso dentro del mundo del arte, “nos traten como un arte menor”.
Además, las tarifas que se pagan en España están muy por debajo a las de otros países de nuestro entorno. Sin embargo, la comunidad de ilustradores es bastante solidaria: “Por suerte, somos como una gran familia y nos ayudamos los unos a los otros”, confiesa Riaza.
Para mejorar la situación de los ilustradores, Nuria reconoce que cambiaría muchas cosas: “De entrada la tarifa de autónomos es tan alta que hace que la mayoría de creativos nos rindamos a medio camino.
También hay una problemática real sobre la importancia que se le da a la cultura en este país. Faltan becas, fondos y confianza para apoyar a los espacios culturales y proyectos artísticos”, apunta la ilustradora.
Y como consejo para los ilustradores que empiezan, Nuria nos da este súper truco: “No te compres más ropa de calle, invierte en pijamas. Vas a trabajar mucho en casa y pasarás semanas sin salir. Y por lo que más quieras, no te hagas autónoma en España, ¡huye!”.
Las influencias de Nuria Riaza
A Nuria Riaza le encantaría irse de juerga y vivir el hervidero cultural de los años veinte en París: “En esa franja espacio/temporal coinciden muchos de los artistas y cineastas que me apasionan”.
Nuria se reconoce muy cambiante en cuanto a influencias, ya que es una ávida consumidora de música, libros, cómics, cine y series: “No tengo unos referentes fijos como tal. En cada momento lo que me apasiona va calando dentro y dejando paso a estímulos nuevos. Justo ahora estoy yendo mucho al Museo del Prado a dibujar, así que tengo los ojos llenos de pintura clásica”.
Y si le pedimos que os recomiende algunos de sus favoritos, Nuria nos sugiere las siguientes obras: “Historia de España contada a las niñas” de María Bastarós y “El club de los mentirosos” de Mary Karr. Los cómics de “Megg, Mogg, y Owl” de Simon Hanselmann, “para echaros unas buenas risas”. Que escuchéis a Ferran Palau, a Lole y Manuel o a Jorja Smith y que veáis “Sedmikrásky” de Vera Chytilová, una rareza sesentera”.
¡Muchas gracias, Nuria, por colaborar con nosotros en este proyecto! Esperamos que pronto podamos trabajar juntos de nuevo.