Hoy queremos agradecer a Antonio García Mengod, del Senado del Museo de la Imprenta, por este estupendo artículo sobre la tipografía Futura y su historia de éxito, llegando hasta la Luna.

Futura tipografía

Futura: una tipografía de éxito

Esta pequeña historia contiene los datos reales acerca de la historia de la tipografía Futura y de cómo llegó a la célebre placa de la misión Apolo XI, la misión que depositó al primer hombre sobre la superficie lunar.

Futura tipografía

En el Senado del Museo de la Imprenta tenemos la fortuna de poder tener la versión histórica de primera mano. Nuestro senador D. Wolfgang Hartmann, lo relata de esta forma:
«Paul Renner fue el creador que diseñó la Futura. El contacto con la fundición de tipos no fue inmediato, pues precisó de un largo recorrido.

En el verano 1924, Paul Renner recibió la visita del editor Siegfried Buchenau y del impresor Jakob Hegner en su domicilio cerca de Munich. Ambos le propusieron diseñar un nuevo alfabeto, el tipo de nuestro tiempo, tal como se expresaron durante su visita. Los dos ya habían hecho una propuesta similar a dos famosos pintores, Karl Schmidt-Rottluff y Lyonel Feininger, pero sin resultado satisfactorio. Pretendían introducir nuevas líneas de modernidad en el diseño tipográfico y en el Arte del Libro, siguiendo las corrientes de los artistas del Bauhaus, entre ellos Lászlo Moholy-Nagy.

El concepto seguido por Paul Renner fue la creación de un tipo impersonal, ausente de todo trazo caligráfico; un palo seco con líneas continuas del mismo grosor, sin serifas. Todas las letras estaban basadas estrictamente en la forma del círculo, del cuadrado y del triángulo. En las letras mayúsculas quería que expresaran la claridad y la simplicidad de la Capitalis Monumentalis, las versales romanas».

La historia de cómo acabó una tipografía creada en Alemania y propiedad de una empresa ubicada en el barrio de Gracia de Barcelona en el mensaje más célebre de todos los tiempos, nunca ha quedado muy clara. Ni siquiera los propietarios tuvieron conocimiento previo de la elección de la Futura por la NASA. A través de los medios de comunicación, conocieron la noticia.

En todo caso, carece de importancia el hecho del cómo y toma su importancia el porqué. Evidentemente, en aquellos años, la tipografía Futura había adquirido mucha difusión. Posiblemente la NASA tuvo conocimiento de ella a través de alguno de los distribuidores norteamericanos de la Fundición Tipográfica Neufville.

Futura tipografía

La tipografía del futuro soñado

¿Porqué la NASA y después muchas otras empresas como Ikea, Volkswagen, Louis Vuitton o Fox News utilizaron esta tipografía?

¿Tal vez tiene que ver con la utilización que hizo Stanley Kubrick en los créditos de su célebre 2001: Odisea en el Espacio poco tiempo antes?

Mucho antes de que el diseño gráfico adquiriera su carta de naturaleza, la trasmisión de las ideas y de los mensajes se realizó a través del lenguaje escrito y de la imprenta, posteriormente.

Cada tipografía representaba una idea. La «Inglesa«, la elegancia, la «Times«, las noticias y así cada tipografía se fue asociando a empresas, países o idiomas.

No es de extrañar pues que la Futura y su nombre quedara asociada a la modernidad y al avance tecnológico que la misión Apolo XI quiso representar.

Futura tipografía

Placa del Apolo XI.

«AQUI HOMBRES DEL PLANETA TIERRA PISARON POR PRIMERA VEZ LA LUNA EN JULIO DE 1969 A.D.
VENIMOS EN SON DE PAZ EN NOMBRE DE TODA LA HUMANIDAD».

En el año 1969, España no tenía la capacidad tecnológica para mandar a un hombre a la Luna. Supongo que en 2020 tampoco la tiene aún.

La placa de la misión Apolo XI apareció un día por mi casa. Mi padre trabajaba en la Fundición Tipográfica Neufville, propietaria de las matrices de la tipografía Futura como viajante.

Con buen criterio, los propietarios aprovecharon la circunstancia de la utilización de su tipografía en la famosa placa para reproducirla en diferentes tamaños y versiones. Para los empleados, para los clientes, e incluso para políticos. El rey emérito y el entonces jefe del Estado tuvieron su placa, una en oro y en plata la otra. Una magnífica publicidad de su empresa y de sus tipos. Recuerdo ver las fotos de las entregas en las paredes de la empresa.

Aquello no hizo más que reforzar mi impresión de que el trabajo de mi padre era de vital importancia y que, sin su colaboración, el hombre jamás hubiera llegado a la Luna.

Como otros compañeros de profesión, mi padre visitaba lugares increíbles como Barcelona o Alicante. Hacía largos trayectos a Ayora o Xàtiva y a ciudades aún más lejanas como Albacete. Algunas veces lo acompañé y realmente, en aquellos años, Albacete estaba muy muy lejos.

Futura tipografía

Con el paso del tiempo, comencé a entender que tal vez el Apolo XI llegó a la Luna sin la colaboración de la empresa de mi padre y la placa quedó dentro de algún cajón, junto con catálogos de tipos y folletos de vieja maquinaria. Los fueron tapando todas las cajas de móviles y tablets usadas que fui guardando.

Al cumplirse el año pasado, en julio de 2019, los 50 años de la llegada del hombre a la Luna y leer algún artículo al respecto, busqué y encontré la célebre placa que durante años estuvo colgada en nuestro recibidor. Allí ocupaba un lugar central, junto con el mapa de Valencia del Padre Tosca.

Al releer nuevamente el mensaje y ver su preciosa tipografía Futura, entendí que, después de pasados 50 años, no ha perdido un ápice de épica ni de belleza.

También entendí que un cohete que llegue a la Luna hoy en día casi lo hace cualquiera. Pero diseñar la Futura y escribir ese mensaje no está al alcance de casi nadie. Solo de personas extraordinarias.

Muchas gracias a Antonio García Mengod por esta bella historia, ¡esperamos con impaciencia la segunda parte!