Hoy contamos con la colaboración de la experta Aranzazu Guerola, del Senado del Museo de la Imprenta, que analiza la historia de uno de los libros más señalados de la historia de la Imprenta: el Catholicon de Giovanni Balbi.
La Summa Grammaticalis o Catholicon fue un diccionario latino escrito por Giovanni Balbi en 1287 y sirvió como modelo para otros textos similares posteriores.
El Catholicon de Balbi, uno de los primeros libros de Gutenberg
Giovanni Balbi o Johannes Balbus, monje dominico genovés (s. XIII), ha pasado a la historia por haber redactado el Catholicon seu Summa prosodiae –también conocido como Summa quae uocatur Catholicon–, redactado en 1287. Fue muy difundido en copias manuscritas durante los siglos XIII y XIV, hasta que fue impreso en Maguncia en 1460, por Gutenberg–Schoffer–Fust en la aurea Maguntia, pocos años después de la Biblia de 42 líneas. Así pues, es uno de los primeros libros estampados y el primero de carácter no religioso, pese a su título.
Se trata de una Summa Gramaticalis en el que el autor combina la gramática y la lexicografía dividiendo el todo en cinco partes: 1. Ortografía. 2. Prosodia. 3. Etimología, como morfología de sustantivo y verbo con sintaxis. 4. Figuras retóricas y barbarismos. 5. La parte principal, seis veces más extensa que todas las anteriores, está formada por un glosario o vocabulario alfabético que incluye la Biblia, escritores patrísticos y algunos clásicos antiguos [Horacio, etc.). Durante mucho tiempo fue considerada la obra más completa de su clase y utilizada frecuentemente, prueba de ello son las numerosas copias manuscritas, las 24 ediciones incunables y sus 8 ediciones hasta 1520.
Queremos destacar aquí su colofón de 14 líneas, que algunos investigadores quieren pensar que es obra del propio Gutenberg.
“Este noble libro, Catholicon, fue impreso y terminado en el día de la Encarnación del Señor del año 1460, con la ayuda del Altísimo – a cuya voluntad las lenguas de los niños se desatan, y quien a menudo revela al humilde lo que oculta al sabio – en la generosa ciudad de Maguncia, de la insigne nación alemana, que Dios, con su clemencia, ha tenido la dignación de concederte la sublime luz del genio y la libre gracia de elevarse y hacerse ilustre sobre todas las otras naciones de la tierra; sin el auxilio de caña, estilo o pluma, sino por el maravilloso acomodamiento, proporción y armonía de punzones y tipos. Por tanto, a Ti, Padre Eterno, a Tu Hijo y al Espíritu Santo, al Dios Trino y Uno, alabanza y gloria sean rendidos, por la exaltación de la iglesia, nunca ceses de ensalzar a María Santísima. Alabado sea Dios.”
Muchas gracias a Aranzazu Guerola por compartir con nosotros la historia de un libro tan excepcional. Aquí podéis verlo escaneado en alta calidad en PDF y descargarlo.