La ilustradora Cristina Durán es la protagonista de nuestro calendario en el mes de noviembre. Su inconfundible estilo nos desliza por un otoño lleno de color, en los días de sofá, libro y manta.
Nacida en Valencia, en 1970, Cristina Durán es una reconocida autora de cómics e ilustradora.
Licenciada por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de Valencia (UPV) en la especialidad de Dibujo, cursó el último año de sus estudios en Bellas Artes en la Middlesex University de Londres.
En la facultad formó el Equipo Grúa junto a Miguel Ángel Giner Bou, Alberto Botella y Robin con quienes crea el fanzine No aparcar llamo grúa, proyecto que dio origen a la creación de LaGRÚAestudio, su lugar de trabajo desde entonces con Giner Bou.
Junto a este último es autora de varias novelas gráficas: Una posibilidad. Edición integral (recopilación de Una posibilidad entre mil y La máquina de Efrén publicada en Astiberri), Cuando no sabes qué decir (Salamandra Graphic) y El día 3 (realizada junto a la periodista Laura Ballester, también publicado en Astiberri).
Precisamente por El día 3, dedicado a las víctimas del accidente de metro de 2006 en Valencia, ha sido galardonada con el Premio Nacional de Cómic de 2019, el Premi Ciutat de Palma de còmic 2016 y el Premio a mejor obra nacional de autor no aragonés en el Salón del Cómic de Zaragoza 2019.
Cristina Durán ha publicado otros títulos como Pillada por ti, El siglo de oro valenciano, Vicente Blasco Ibáñez. Una vida apasionante, y Una niña, un perro y mil gatos. También ha participado en los álbumes colectivos Enjambre (Norma), Viñetas de Vida (Oxfam y Astiberri) y Efectos Secundarios (Fundación Cultura en Vena y Astiberri).
Además de como autora de cómics, Durán trabaja como ilustradora para prensa, editoriales, agencias de publicidad y entidades públicas y privadas.
Si algo define la obra de Cristina Durán, además de su inconfundible estilo, es su marcado componente social, tratando habitualmente temas como la diversidad funcional, la adopción, la igualdad, la cooperación o la denuncia social.
Entrevista a Cristina Durán
¿Cómo se despertó en ti la necesidad o el deseo de dibujar? ¿Cuál es tu primer recuerdo con un lápiz en la mano?
El dibujo me ha apasionado desde siempre, desde pequeña. Uno de mis primeros recuerdos era que esperaba ansiosa la llegada del sábado porque en casa de mis abuelos nos esperaban a mis hermanas y a mí los tebeos que nos comparaba mi abuelo.
Después descubrí la biblioteca de mis tíos, muy aficionados al cómic, y me pasaba horas sentada en el pasillo de su casa devorando los libros de su inmensa estantería y me apunté también muy pronto a clases de dibujo.
Una de las épocas clave para mí fue la adolescencia, cuando tenía 14 o 15 años descubrí todas aquellas maravillosas revistas de los 80: El Víbora, el Madriz, Cimoc, El Cairo, Zona 84, etc., y empecé a comprarme libros de «cómo hacer cómics». Estaba siempre dibujando, la verdad.
¿Cómo te enfrentas a la hoja en blanco? ¿Tienes algún rito especial, alguna manía?
No tengo un ritual especial. Pero sí es verdad que siempre me cuesta un poco enfrentarme a un nuevo dibujo, me cuesta sentarme ante la hoja en blanco.
Le doy vueltas y vueltas a las ideas previamente hasta que me decido a ponerme a dibujar. Luego una vez me siento y me concentro, empiezo a disfrutar y lo que me cuesta mucho entonces es parar.
¿Hay algo que se te resista a la hora de plasmarlo en papel?
Sí, bastantes cosas. Por ejemplo, me cuesta mucho dibujar medios de transporte, sobre todo los aviones. Y algunos animales en concreto también se me resisten bastante, como los tigres, las ardillas y los caballos.
También se me resisten las escenas que implican violencia y las de mucha acción, me resulta muy difícil dibujar este tipo de escenas.
¿Qué es lo que más raro que has llegado a dibujar?
Pues una serie de dibujos que me encargaron para una web en la que vendía material para cultivar marihuana (plantarla no es legal, pero vender lo que hace falta para plantarla si lo es, curiosamente). Fue muy instructivo, ja, ja, ja. No sabía que había tantos productos diferentes destinados a esto. Es todo un mundo.
¿Quiénes son tus referentes o influencias en literatura, música, etc.?
Referentes creativos tengo muchos (como nos pasa a todos y todas) pero, por nombrar algunos, decir que me marcaron mucho cuando era adolescente los autores/as de cómic que publicaban en la revista Madriz, era un tipo de historias que no había visto antes y que me fascinaron, era lo que yo quería hacer.
De aquella época de estudiante puedo citar a unos cuantos: Miguel Calatayud, Mique Beltrán, Javier de Juan, Federico del Barrio, Ana Juan, Ana Miralles, Miguelanxo Prado, María Colino, Raúl, Daniel Torres, Sento, Moebius, Gilbert Shelton, Crumb, Enki Bilal, Das Pastoras, Milo Manara, Quino, Uderzo…etc.
De hoy, Javier Olivares, Max, Paco Roca, Gallardo, David Rubín, Álvaro Ortiz, Kim, Carlos Ortin, Paco Giménez, Pablo Amargo, Isidro Ferrer, Luis Demano, Elías Taño, Aitana Carrasco, Sonia Pulido, María Herreros, Nuria Tamarit, Alfonso Zapico, Nadar, Manu Larcenet, Rutu Modan, Guy Delisle, Dupuy/Berberian, Chris Ware, David B, Sergio García, Alberto Gamón… y un largo etc.
Y seguro que me dejo un montón en el tintero.
¿Con qué artista o creador/a te correrías una juerga?
Pues ahora ya, por “logística familiar”, solo salgo cuando voy a salones y eventos de cómic, así que cualquiera de mis compañeros autores y autoras de cómic son siempre estupendos para una buena juerga.
Y también, por decir nombres de gente a quien me gustaría conocer (y más si es en un bar) se me ocurre la cómica Henar Álvarez, porque creo que una juerga con ella sería muy pero que muy divertida y con buenos temas de conversación.
¿Nos recomiendas una peli y un libro?
“Los paraguas de Cherburgo” (Jaques Demy) y “El amor en los tiempos del cólera” (García Márquez).
Más de 20 años al pie del cañón: el sector de la ilustración
Cristina Durán es una profesional reconocida y multipremiada. Además de los galardones por El día 3, ha recibido por sus otras obras y su trayectoria profesional premios como el Premio de la Cartelera Turia, la Insignia de Plata de la Cultura del Ayuntamiento de Benetússer, el Premi Dones Progressistes, Premio AVACU, Distinción como Filla Predilecta del Ajuntament de València y Medalla al Mèrit Cutural de la Generalitat Valenciana.
Durante 22 años fue miembro de la Asociación de Profesionales de la ilustración de Valencia (APIV), colectivo del que fue presidenta entre 2005 y 2009. También fue miembro de la Junta Directiva de la Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales (FADIP), del Consell Assesor del Llibre (Generalitat Valenciana) y de la Junta Fundadora de EIF (European IIllustrators Forum).
¿Crees que el trabajo de ilustrador/a está suficientemente reconocido?
Creo que está más reconocido que antes, pero todavía no lo suficiente.
Me sigue molestando mucho cuando algunos padres/madres se acercan a nosotros y nos dicen la típica frase de “a mi hijo/a también le gusta dibujar, pero prefiero que estudie antes otra carrera más seria, con más futuro”.
Esto pasa menos que antes, pero sigue pasando con las profesiones artísticas y es algo que no puedo entender y me molesta mucho, la verdad, porque refleja la imagen que aún se tiene de nuestra profesión en parte de la sociedad actual.
¿Qué harías para mejorar la situación?
Pues precisamente me he pasado muchos años (más de 20) trabajando altruistamente en asociaciones para intentar contribuir a la mejora de la situación del sector y a su dignificación, para mejorar las cosas dentro de lo posible porque me parece un tema muy importante.
Creo que, aunque aún queda mucho camino, gracias al trabajo asociativo y a la colaboración con sectores hermanos como el del diseño, el de la edición, las librerías, museos, escuelas o las bibliotecas, se han conseguido muchos avances sobre todo en la defensa de los derechos de autoría y en el aumento de la visibilidad ante el público en general.
Aunque sí que sigue siendo necesario pelear cada día, hay que pelear cada uno de los contratos que nos llegan con cláusulas abusivas e insistir en que son necesarios unos precios y condiciones de trabajo dignas. Como profesionales, es nuestra responsabilidad no ceder en el día a día y defender siempre nuestros derechos.
También es importante que las entidades públicas cuenten en sus campañas, actividades y publicaciones culturales con profesionales de la ilustración. Afortunadamente en este aspecto se ha mejorado bastante en los últimos años en nuestra comunidad.
¿Qué supuso para ti ganar el Premio Nacional de Cómic 2019? ¿Ha repercutido positivamente en el número de encargos y el reconocimiento?
Ha sido muy importante (además de muy emocionante, claro). Y sí que se ha notado bastante en el número de encargos recibidos y se ha notado mucho a nivel de reconocimiento.
La atención de los medios, de las instituciones y del público en general ha aumentado exponencialmente. Ha sido un gran paso hacia adelante.
¿Qué consejo te hubiera gustado recibir cuando empezaste?
Fui muy afortunada cuando empecé porque tuve grandes maestros de la profesión como Carlos Ortin, Marina Segarra, Paco Giménez o Sento; entre otros. Tenerles cerca fue clave en mis inicios.
Pero pensando en la gente que empieza ahora, les diría sobre todo que no tengan prisa, que no hay que “hacerlo todo” antes de los 30. Esta profesión es una carrera de fondo, no de velocidad. Es fundamental la constancia en el trabajo, el entusiasmo, el aprendizaje constante y saber reinventarse cuando toca.
Muchísimas gracias a Cristina Durán por colaborar con nosotros en el calendario solidario de La Imprenta CG y contestar a nuestras preguntas con tanta generosidad. Para nosotros, es un placer colaborar con profesionales tan increíbles como ella.