Hoy contamos con la historiadora Aránzazu Guerola Inza, del Senado del Museo de la Imprenta, que nos ilustra sobre cómo aparece mencionada la imprenta en diversos libros antiguos.
De este modo, podemos saber cómo estaba considerada esta revolucionaria tecnología en cada época.
En esta ocasión Aránzazu Guerola se centra en el libro “Impresiones célebres y libros raros», de Manuel de Olaguíbel.
Sobre la imprenta en los libros antiguos (I)
“Las invasiones de los bárbaros del Oriente estaban concluyendo en el siglo XV con las no muy abundantes bibliotecas de los monasterios de las naciones europeas.
El gran circulo de fuego de las invasiones, estrechándose continuamente, amenazaba consumir todos los monumentos de la literatura universal. ¿Cuál sería el aspecto del mundo si la destrucción se hubiera consumado?
Se necesitaba, pues, no solo salvar los libros, sino multiplicarlos.”
Así comienza el capítulo dedicado a la imprenta en la obra “Impresiones célebres y libros raros», por el licenciado Manuel de Olaguíbel, publicado en México en 1878 en la Imprenta del “Socialista” de M. López y Comp. Por Juan de Mata Rivera, impresor”
El ejemplar digitalizado que podemos ver en el siguiente enlace pertenece a la Universidad Autónoma de Nuevo León. Dirección General de Bibliotecas. México.
A juzgar por el ex libris, perteneció en su momento a la biblioteca del obispo Emeterio Valverde y Téllez, bibliófilo e historiador, considerado hoy en día como el primer historiador de la filosofía en México.
Su biblioteca particular, de unos veinte mil volúmenes, pasó en 1951 a formar parte, como Fondo Valverde Téllez, de la Biblioteca Alfonso Reyes de la Universidad de Nuevo León (desde 1971 Universidad Autónoma de Nuevo León), en Monterrey.
De Manuel de Olaguíbel, poco podemos decir, nació en 1845 y murió en 1900 en la Ciudad de México. Escritor y poeta. Fue juez y magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México y fundó el círculo Gustavo Adolfo Bécquer.
De su obra “Impresiones célebres y libros raros» se han hecho 22 ediciones entre la primera de 1878 hasta la última en 2016. Esta obra de solo 142 páginas se divide en quince capítulos, es por tanto un repaso general de la historia del libro, pero sin profundizar en demasía.
Valencia y México unidos por los libros
En el capítulo III de “Impresiones célebres y libros raros», dedicado a los incunables, entre otros temas hace mención a la introducción del arte tipográfico en España, las fiestas de Valencia en 1874 y a Fernández de Córdova y Lamberto Palmart.
Y dice: “Mucho se ha disputado sobre si fue Valencia o Barcelona la primera ciudad de la Península en que se imprimiera un libro. No hemos hecho nosotros el estudio concienzudo que requiere esta cuestión para pretender decidirla, tampoco nos obligan el título y la índole de esta obra a manifestar a cuál de los dos partidos nos adherimos, pues no intentamos escribir la Historia de la Imprenta.
Basta a nuestro propósito dejar anotado aquí que el día 20 de diciembre de 1874 celebróse con fiestas en Valencia el cuarto centenario de la introducción del arte tipográfico en España.
En la casa número 15, de la calle del Portal de Valldigna y en lugar visible para los transeúntes, se enclavó una lápida de mármol blando, con la siguiente inscripción: “A los introductores del arte civilizador de la imprenta, Alfonso Fernández de Córdova y Lamberto Palmart. Que en este sitio colocaron la primera prensa que funcionó en España. El Municipio de Valencia al celebrarse el cuarto siglo de su instalación en este país. Año MDCCCLXXIV.”
Habiendo promovido el Ateneo de Valencia un certamen literario, con el objeto de solemnizar mejor estas fiestas; la repartición de los premios ofrecidos tuvo lugar el día citado en el Paraninfo de la Universidad.
Los periódicos de Valencia hablaron con este motivo del primer libro impreso en esa ciudad, cuyo título es: Les Obres o Trobes davall scrites, las quales traten de lahors de la Sacratissima Verge María, foren fetes per los trovadors de jus, ect.” Contiene composiciones poéticas presentadas en un certamen literario en loor de la Virgen María. Se compone de 66 hojas en cuarto sin paginación, impresas con caracteres romanos, sin portada ni colofón; no hace constar el nombre del impresor, ni la fecha de la impresión, aunque se asegura que los impresores fueron los arriba citados y la fecha 1474.
Lalanne señala par la impresión de “Les Obres o Trobes” el año de 1478, aunque después al hacer suyo el cuadro cronológico sobre el establecimiento de la imprenta en las diferentes partes del mundo, publicado por Timperley, asienta como fecha de la introducción de la imprenta en Valencia el año de 1474.
De la casa del citado impresor Lamberto Palmart salieron algunas de las obras del maestro Francisco Ximenez.
Consta que los libros primero y duodécimo del “Cristiano,” El Crestiá, del autor a que nos referimos, fueron impresos en Valencia el año de 1483 por lo humil emprentador Lambert palmart Alemany.
El Índice aporta datos y curiosidades, siguiendo el hilo de la historia.
Aranzazu Guerola Inza es Licenciada en Historia del Arte por la Universitat de València, Técnico de digitalización de fondo antiguo y Secretaria de la Asociación del Senado del Museo de la Imprenta. Muchas gracias por contarnos la curiosa historia de “Impresiones célebres y libros raros”.