Si hace un tiempo que no visitas el Museo de Bellas Artes de València, segunda mayor pinacoteca de toda España, te llevarás una sorpresa, ya que su recorrido se ha visto modificado con la adición de varias salas que lo convierten en un viaje completo por la historia del arte, con espacios dedicados en exclusiva a Sorolla, Pinazo o los Benlliure.
Con estas nuevas incorporaciones, el museo da protagonismo al edificio claustral Pérez Castiel, al que se llega atravesando el impresionante claustro del Embajador Vich y que está destinado a cubrir el arte del siglo XIX y XX.
Museo de Bellas Artes: Nuevas salas para una experiencia total
El siglo XIX y XX gana terreno en el museo de Bellas Artes con la reciente inclusión de dos nuevas salas dedicadas a la Pintura de historia y el costumbrismo y a la Pintura de temática social.
Estos espacios muestran 45 obras de artistas de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, como Joaquín Sorolla, José Benlliure Gil, Antonio Fillol, Francisco Domingo, Salvador Martínez Cubells, José Mongrell, Rosario de Velasco o Eleuterio Bauset, entre otros.
Para el director del Museo de Bellas Artes de València, Pablo González Tornel, estas dos nuevas salas confrontan dos maneras de observar el mundo: «costumbrismo y pintura social son las dos caras de una misma moneda en la pintura del siglo XIX, una amable y colorista y otra crítica e incisiva».
Las estrellas del Museo de Bellas Artes cuentan por fin con sus salas exclusivas
Estas dos nuevas salas se unen a las presentadas en verano, dedicadas en exclusiva a Joaquín Sorolla, Ignacio Pinazo Camarlench y los Benlliure; José Benlliure Gil y su hijo José Benlliure Ortiz.
Las salas dedicadas a Pinazo y los Benlliure, situadas en la segunda planta del edificio claustral del Museo, exponen treinta y seis obras de estos conocidos artistas valencianos.
El director Pablo González Tornel, afirma: «con la apertura de las salas Pinazo y Benlliure, el Museo de Bellas Artes profundiza en su recuperación de los grandes nombres de la pintura valenciana de entresiglos».
Las salas de pintura de Pinazo y los Benlliure complementan a la perfección la galería de escultura que se instaló el año pasado, en la que se ha recuperado gran parte de la colección escultórica de entresiglos que permanecía guardada en los almacenes desde hacía décadas.
La galería de escultura se compone de 144 esculturas de artistas como Mariano Benlliure, Octavio y Carmelo Vicent, Enrique Giner, José Capuz, José Pinazo Martínez o Vicente Beltrán Grimal; entre otros.
Sorolla: el plato fuerte del recorrido
Por si todas estas novedades fueran poco aliciente para programar una visita al Museo de Bellas Artes, la pinacoteca ha preparado una sorpresa más al visitante: la sala Sorolla.
Esta nueva instalación de la colección permanente dedicada a Joaquín Sorolla muestra 46 obras del artista, entre las que se encuentra la gigantesca Yo soy el pan de la vida, la pintura de temática religiosa de mayores dimensiones (417 x 528,2 cm) que se conserva del maestro del luminismo valenciano.
La Sala Sorolla permite ver todos los géneros que trabajó el pintor, desde el paisaje, al desnudo, el retrato o la pintura religiosa.
Pablo González Tornel, ha subrayado que Joaquín Sorolla «es el protagonista indiscutible de la pintura española del período de entresiglos» y «merecía una sala dedicada a su formidable personalidad artística en el edificio Pérez Castiel, destinado a ser el gran referente en arte de los siglos XIX y XX».
Con esta revolución en su oferta expositiva, el Museo de Bellas Artes de València encara el futuro con nuevos aires, estableciéndose como una parada obligada si visitas la ciudad. Además, es gratuito todos los días, ¡así que no hay excusa!