Alan Fletcher fue uno de los diseñadores gráficos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Su estilo, que combina el racionalismo europeo con la cultura pop, sigue influyendo en diseñadores de todo el mundo.
Alan Fletcher, un diseñador huyendo del oscuro Londres
Alan Fletcher es una de las figuras más influyentes del diseño británico de los años 60 y 70 del siglo pasado, fundador del estudio Fletcher/Forbes/Gill en los años 1960 y de la revolucionaria iniciativa Pentagram en los años 70.
Fletcher nació en Kenia, en el seno de una familia británica de clase media. Con cinco años, la familia se mudó a Londres, tras la muerte de su padre.
Como muchos niños británicos de la época, Fletcher pasó parte de su infancia en un internado pero, al acabar su etapa allí, se salió del camino que le estaba destinado y comenzó su formación artística en la Hammersmith School of Art.
A lo largo de los años 50, Fletcher continuó formándose en cuatro escuelas de arte diferentes, cada vez más modernas y progresistas.
Tras Hammersmith, llegó a la Central School y, tras un año enseñando inglés en Barcelona, consiguió una plaza en el prestigioso Royal College of Art. Cuando estaba finalizando sus estudios allí, obtuvo una beca para acabar su carrera en la Universidad de Yale, en EE.UU.
La vida en EE.UU. fascinó a Fletcher que, tras casarse con su novia italiana, decidió comenzar una nueva vida allí en 1956, alejado de la tristeza del Londres de posguerra.
En su andadura estadounidense, Fletcher se empapó de las últimas tendencias en diseño gráfico. En Yale, tuvo como maestro a Paul Rand y al artista Josef Albers.
Tras graduarse en Yale, Fletcher pasó un tiempo en California, donde trabajó como asistente del mítico diseñador Saul Bass.
Aunque Fletcher adoraba vivir en Estados Unidos, su mujer añoraba mucho la vida en Europa, así que, en 1959, regresaron a Londres tras una breve estancia en Milán.
La parada en Milán fue corta, pero fructuosa, ya que allí trabajó en el estudio de diseño de Pirelli y se lo llevó como cliente al volver a Inglaterra.
Tras su paso por la vibrante norteamérica de finales de los 50, Londres le pareció tan oscuro como siempre. Sin embargo, algunas cosas empezaban a cambiar.
Fletcher compaginaba el trabajo para clientes como las revistas Time y Life, con la enseñanza en la Central School un par de días por semana.
Los vibrantes 60 y el nacimiento de Pentagram
A principios de los 60, Fletcher y su antiguo compañero de clase Colin Forbes abrieron un estudio de diseño gráfico, junto al diseñador estadounidense residente en Londres, Bob Gill. El estudio Fletcher/Forbes/Gill pronto se convirtió en el más solicitado de un Londres que empezaba a abrirse a la modernidad.
El estilo del nuevo estudio, con ideas ingeniosas, fusiones de tipografías e imágenes y con composiciones impactantes, comenzó a modelar una nueva imagen para el diseño británico.
En 1963, Londres vivía una ebullición de creatividad y Fletcher fundó, junto a otros destacados diseñadores, la Design and Art Directors’ Association, conocida como D&AD.
La primera exposición de la D&AD fue todo un éxito y marcó el comienzo de una nueva etapa para el sector del diseño en Gran Bretaña.
En 1965, tras la marcha de Bob Gill y la llegada del arquitecto Theo Crosby, el estudio comenzó a aceptar encargos más complejos y multidisciplinares, como el proyecto para Shell, que incluía no solo la identidad gráfica de la marca, sino también el diseño de las gasolineras.
Durante esta etapa, Fletcher también creó la imagen corporativa para Reuters. El logotipo de la agencia de noticias, inspirado en las máquinas de teletipo que se utilizaban para transmitir las noticias, estuvo vigente hasta 1996.
Otro de los grandes clientes de esa etapa fue Penguin, cuyo director creativo renovó la imagen clásica de la editorial gracias a la colaboración con diseñadores punteros como Fletcher.
La década de los 60 fue una continua expansión para Fletcher y compañía. Con la adición de nuevos socios principales, decidieron que no podían seguir añadiendo apellidos al nombre del estudio, así que se decidió integrar a todos bajo una sola denominación.
Después de leer un libro sobre brujería, a Fletcher se le ocurrió la idea de un pentagrama, como una estrella de cinco puntas, para reflejar la estructura del estudio, que por entonces contaba ya con cinco socios principales. Había nacido Pentagram.
Al desvincular a la empresa del nombre de sus socios, se logró también que el estudio sobreviviera a las idas y venidas de sus integrantes, creando una marca con imagen propia.
Fletcher continuó en Pentagram durante 20 años, en los que el estudio pasó de 5 a 11 socios y abrió oficinas en Nueva York y San Francisco.
Uno de los trabajos más destacados de Fletcher durante esa etapa fue el logo para el Victoria & Albert Museum, que aún se mantiene.
En 1991, Alan Fletcher, desencantado con el demencial ritmo de encargos, dejó Pentagram y creo un pequeño estudio en un local al lado de su casa en Notting Hill.
Hasta su muerte en 2006, Alan Fletcher continuó creando logos para clientes como Novartis y como director creativo en la editorial Phaidon. Además, escribió diversos libros en los que compartía sus ideas sobre el diseño gráfico.
Sin duda, uno de los grandes nombres del diseño gráfico del siglo XX.