Hace unas semanas os hablábamos de Max Miedinger, el creador de la fuente Helvética, y hoy dedicamos nuestro blog a Robin Nicholas y Patricia Saunders; creadores de una de las fuentes más utilizadas en todo el mundo: la Arial.
Arial, un triunfo de Monotype
En 1982, la empresa Monotype Imaging encargó a dos de sus diseñadores una fuente que plantara cara a la Helvética de la Fundición Stempel.
Robin Nicholas y Patricia Saunders fueron los elegidos para crear esta tipografía que debía adaptarse a las modernas impresoras láser de IBM.
Aunque en un principio fue conocida como Neo Grotesque, en 1992 fue rebautizada cuando Microsoft la incluyó en su sistema operativo, Windows.
Con su inclusión en Windows, Arial se convirtió en una de las fuentes predeterminadas favoritas del público, debido a su gran legibilidad y sencillez de diseño.
La familia Arial fue creada con características especiales que la hacían muy cómoda de leer en pantalla. Se introdujeron sutiles curvas y espacios entre las letras para hacerla más legible en las pantallas de diferentes resoluciones.
Además, como está disponible en prácticamente todos los dispositivos electrónicos del mercado (no así la más exclusiva Helvética) su accesibilidad la ha convertido en un éxito masivo.
Muchos la consideran una copia de la Helvética, debido a sus muchas similitudes. Aquí podéis ver una curiosa comparativa entre ambas.
Robin Nicholas y Patricia Saunders, los héroes anónimos
Robin Nicholas y Patricia Saunders fueron los miembros del equipo de diseño de la tipografía Arial.
Robin Nicholas es un diseñador inglés cuya carrera ha estado dedicada casi exclusivamente al diseño tipográfico.
Comenzó como aprendiz en la Oficina de Dibujo de Monotype de adolescente, se formó en diferentes áreas de la empresa y actualmente es jefe de tipografía en Monotype Imaging en el Reino Unido.
Para Nicholas, su objetivo como diseñador es superar los problemas de comunicación y las restricciones tecnológicas. Además de participar en el diseño de la Arial, es el creador de las familias tipográficas Nimrod, Felbridge e Ysobel; entre muchas otras.
Por su parte, Patricia Saunders se unió a la empresa Monotype con 18 años. Tras su formación como empleada de dibujo, Saunders participó en la creación de diversas fuentes de la firma, como Spectrum y Glint Ornaments.
Tras ocho años trabajando en Monotype, Patricia conoció a su esposo y abandonó el trabajo al año siguiente. Pero, a diferencia de otras compañeras, la tipógrafa volvió a la firma en 1982, justo para incorporarse al equipo de diseño de la Arial.
Bajo la supervisión de Robin Nicholas, su trabajo implicó la adaptación de los tipos de letra icónicos de Monotype, como Van Dijck y Centaur, así como el rediseño completo de Felix Titling, que fue producido originalmente por Monotype en la década de 1930 y se basó en el trabajo del calígrafo del siglo XV Felice Feliciano.
Patricia Saunders continuó trabajando como diseñadora en Monotype. En 1992 diseñó Columbus, una tipografía digital “con sabor español” como homenaje al explorador Cristóbal Colón.
Ambos son un perfecto ejemplo del talento y la profesionalidad de muchos diseñadores anónimos, que ejercen su trabajo lejos de los focos pero que, con sus diseños, conforman el mundo en el que vivimos.