Hoy repasamos la trayectoria de Daniel Nebot, encargado de diseñar los carteles de Fallas de este año, y uno de los diseñadores valencianos más importantes de la actualidad.
Daniel Nebot y la eclosión del diseño valenciano
Daniel Nebot nació en Barracas, en 1953. Tras finalizar sus estudios en Artes Aplicadas en Valencia, comenzó su carrera profesional como diseñador en 1972, cuando fundó el estudio de diseño Nuc y, al año siguiente Disseny Valencià.
Con la llegada de los años 80 y la explosión del diseño valenciano, funda el estudio Enebecé. En 1984, se fusiona con el estudio Caps i Mans. De esa unión surge el germen de lo que será el colectivo La Nave, un grupo fundamental en el desarrollo y la modernización del diseño en España y el nacimiento del “Nou Disseny Valencià”.
El grupo La Nave estaba formado por once profesionales (Eduardo Albors, Paco Bascuñán, José Juan Belda, Carlos Bento, Lorenzo Company, Sandra Figuerola, Marisa Gallén, Luis González, Luis Lavernia, Nacho Lavernia y Daniel Nebot) que combinaban diferentes áreas del diseño, por lo que podían ofrecer una visión global y multifacética en cualquier proyecto.
La Nave fue todo un referente estético en los años 80 y fue el origen de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana, creada en 1985. Entre sus encargos más importantes y reconocibles está el logotipo de la Generalitat Valenciana en 1985 y que recientemente ha sido rediseñado por sus creadores, Dani Nebot y Nacho Lavernia.
En 1991, Daniel Nebot funda su propio estudio de diseño con el que ha logrado un gran prestigio internacional y numerosos premios a su labor, como el Premio Laus (1993), el Design Plus de Frankfurt (1993), el premio Nacional de Diseño (1995), Premio AEPD (Asociación Española de Profesionales del Diseño) (1995), el Mestre Fad (2008), la Medalla de Bellas Artes (2008) y el premio Generalitat Valenciana (2018); entre otros.
Daniel Nebot y el estilo minimalista bien entendido
Para Daniel Nebot “existen dos tipos de diseñadores: los que diseñan con el lápiz ornamentando el papel y los que diseñamos con la goma de borrar, esforzándonos en eliminar todo aquello que no sea necesario para comunicar con claridad el mensaje”.
En sus logos y en su trabajo en general se puede apreciar ese gusto por la precisión y la concisión. Nada distrae del mensaje, que llega de un modo sencillo (quizás el más complicado de realizar) al receptor; pero no de un modo frío y aséptico sino con grandes dosis de emoción y empatía.
Para Nebot, el realizar encargos para las administraciones públicas conlleva un añadido de responsabilidad, ya que se diseña para un colectivo inmenso. El objetivo último del diseño “público” debe ser mejorar la vida de los ciudadanos y, además, no conviene olvidar que son el cliente, ya que son los que pagan el proyecto con sus impuestos. Ese compromiso e integridad marcan la trayectoria de Nebot.