¿Qué tienen en común Mercadona, Playboy y los libros de Stephen King? Pues que sus logos y títulos están escritos con letras diseñadas por Ed Benguiat, uno de los tipógrafos más importantes del siglo XX (y del XXI, gracias a Stranger Things y su logo ochentero).
Ves una obra de Ed Benguiat todos los días y no lo sabes
Si vives en España, es muy posible que todos los días veas una tipografía creada por Ed Benguiat (ya que los productos Hacendado llevan su letra) y si no, también. Y es que el tipógrafo y artista norteamericano ha creado más de 600 tipos, entre los que se incluyen algunos tan utilizados como Bookman, Souvenir, Edwardian Script o Tiffany.
Por si esto fuera poco, Ed Benguiat es responsable del diseño o rediseño de algunas de las cabeceras para publicaciones más icónicas de la historia como las de Esquire, The New York Times, Sports Illustrated, Playboy o el Reader’s Digest, entre otras.
Además, es el creador de los logos de Ford y Estée Lauder y de los títulos-logos de Los cañones de Navarone, El Planeta de los Simios o los libros y las películas de Stephen King y la serie literaria Escoge tu propia aventura.
El poder evocador de una tipografía Benguiat
Un buen ejemplo de cómo el diseño puede ser altamente emocional y evocador es el caso de la utilización de una tipografía de Ed Benguiat para la serie Stranger Things. Sólo con ver esas letras rojas sobre fondo negro, el espectador ya sabe qué se va a encontrar en la pantalla: aventuras con niños, toques de misterio y ambientación ochentera.
Ed Benguiat: un músico de jazz metido a tipógrafo
Ed Benguiat nació en Brooklyn en 1927 y en su juventud se convirtió en un percusionista de jazz muy solicitado, que actuaba con varias “big bands” como la de Stan Kenton o Woody Herman. Una visita al sindicato de músicos le abrió los ojos, como el mismo bromeaba en una entrevista: “Vi a todos esos viejos que estaban tocando en bar mitzvahs y bodas griegas… Se me ocurrió que un día sería yo, así que decidí convertirme en ilustrador”.
Y no le fue mal. Tras estudiar en las universidades de Columbia y Nueva York y en la Workshop School of Advertising Art de Nueva York comenzó a trabajar como freelance. En 1953 ya era director asociado en Esquire y en 1962 abría su propio estudio.
En los años 60 fue nombrado director de diseño tipográfico y vicepresidente de la prestigiosa ITC (International Typeface Corporation), donde diseñó numerosas fuentes tipográficas.
Además, en 1961 comenzó a dar clases en la School of Visual Arts de Nueva York, donde continúa enseñando a sus 90 años. Todo un ejemplo de longevidad en el diseño.