El trabajo de Belén Segarra ilustra este mes de septiembre tan raro, con una vuelta al cole atípica y con una sensación un tanto irreal de vuelta a la normalidad. Un poco como el estilo de Segarra que, tras su apariencia inocente, esconde una mayor profundidad al observarlo con atención.
Belén Segarra, la autenticidad de las rarezas
Formada en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Valencia, Belen Segarra es una ilustradora freelance y directora de arte en varios proyectos.
Con un estilo muy reconocible, ha trabajado para clientes como Cervezas Alhambra, ETAM, Vichy Catalán, Swatch, Primark, Mahou, Festival de les Arts, ALMA Obra Social «La Caixa», Peronda Group, Heineken, Izal, TEDxValencia o Licor 43; entre otros.
Al igual que todos los niños, Belén se pasaba las horas dibujando: “Todos dibujamos de pequeños, pero en algún momento dejamos de hacerlo: nos dicen que no está bien, que no es productivo o que no es suficiente”.
Entonces, ¿de dónde surge la necesidad artística de dibujar?: “La necesidad llega cuando entiendes la importancia de utilizarlo para expresarte, para liberarte o para sanar algunas cosas. Estoy segura de que quienes seguimos haciéndolo, es porque comprendimos esto a tiempo. Después, ya no puedes deshacerte de algo así”, afirma la ilustradora valenciana.
Los personajes que crea parecen inocentes, pero esconden una complejidad que se muestra al observarlos con atención. Figuras con miradas rotundas pueblan sus ilustraciones, resaltadas por los colores ácidos que tanto le gusta utilizar.
Sus dibujos son una mezcla entre lo ingenuo, lo delicado, lo sobrenatural y lo rocambolesco.
Para Belén Segarra empezar un nuevo proyecto no es enfrentarse a una hoja en blanco sino a muchas hojas manchadas: “boceteo mucho para desarrollar una idea. Empieza siendo algo muy instintivo hasta que consigo tener el control de lo que quiero y me permito pasar al soporte final».
Eso sí, al principio necesita tener el espacio de trabajo muy limpio, «lo necesito para poder ver las cosas claras. Después se desata el caos solo: pintura y pinceles por todas partes”.
Sobre si algo se le resiste a la hora de plasmarlo en papel, Belén lo tiene claro: “Lo mejor de dibujar es que puedes hacer que pase todo lo que quieras. A veces piensas que hay algo que no sabrás ejecutar pero te acabas dando cuenta de que, más allá de la técnica, no existe una manera correcta de hacerlo. Si tienes las herramientas y sabes usarlas, lo siguiente viene solo”.
Para Belén no hay nada que sea demasiado raro como para no poder ser dibujado. De hecho, considera las rarezas como un signo de autenticidad.
Los peligros de estar de moda para el sector de la ilustración
Belén Segarra no cree que el trabajo del ilustrador esté reconocido, sino que está “de moda y eso es distinto y más peligroso. A veces se piensa que trabajamos como robots, que es algo rápido y fácil. Hay mucho tiempo detrás de un trabajo creativo, mucha investigación y horas de ejecución, poniendo en práctica esa investigación. Es importante darle el valor que se merece”.
Sobre qué consejo le hubiera gustado recibir cuando empezaba, Belén lo tiene claro. Como la constancia y el esfuerzo lo traía de casa, se hubiera esforzado en ser más ordenada: «Por favor, sé organizada. Te vas a volver loca buscando los archivos que necesitas dentro de esa carpeta o de ese ordenador.» Eso lo hago mal, no nos vamos a engañar”. Bueno, es que todo lo demás lo hace bien, ¡nadie es perfecto!
Le preguntamos a Belén con qué artistas se iría de juerga y nos ofrece un plan perfecto: de tequilas con Frida y Chavela. Completamos con sus recomendaciones: la peli «Midsommar» de Ari Aster y el libro «Tierras de cristal» de Alessandro Baricco.
Para nosotros ha sido todo un placer contar con Belén Segarra para nuestro calendario. ¡Esperamos que no sea nuestro último proyecto juntos!