Se acerca la Navidad, las comilonas, los regalos y la típica estética plagada de brillos, rojos brillantes y verdes profundos.
Uno de los iconos de la Navidad es Papá Noel con su barrigota, barba blanca, mofletes colorados –¿demasiado ponche?- y su traje rojo y blanco.
Seguro que habéis oído la leyenda urbana que afirma que Papá Noel, tal y como lo conocemos actualmente, es un invento de la Coca-Cola… Algo no del todo cierto, pero con un poso de verdad (como toda buena leyenda).
Primeras apariciones de Papá Noel
Una de las primeras ilustraciones de Santa data de 1862, cuando el dibujante Thomas Nast dibujó a Santa Claus para el Harper’s Weekly. Nast continuó dibujando a Santa durante 30 años y fue el que cambió el color de su ropa de tostado al rojo.
Otro acercamiento al Santa Claus actual fue en 1902, en el libro “La vida y aventuras de Santa Claus”, de L. Frank Baum (autor también de “El Mago de Oz”), en el que ya se perfilaban muchas de las características que definen al personaje. La dibujante Mary Cowles Clark fue la encargada de ilustrar la narración, aunque su Papá Noel viste de verde.
De hecho, durante finales del siglo XIX y principios del XX, convivían varias imágenes de Santa Claus, con trajes de diferentes colores y personalidades de lo más variopintas.
Y llegó la chispa de la vida
Coca-Cola comenzó a anunciarse utilizando la figura de Papá Noel en los años 20, usando el diseño de Fred Mizen; muy parecido al de Nast y con un punto estricto que no casa con la imagen actual de Santa.
Fue en 1931 cuando Coca-Cola dio un paso adelante en la estética de Santa Claus y contrató al dibujante Haddon Sundblom para ilustrar una nueva campaña mundial en la que Papá Noel era el protagonista absoluto.
Para inspirarse, Sundblom recuperó el poema de Clement Clark Moore de 1822 “Una visita de San Nicolás” en el que se describía al santo como un hombre cálido, amistoso, amable y muy humano. Y, por supuesto, vestido de rojo y blanco.
De 1931 a 1964, los anuncios de Coca-Cola mostraron a Santa en multitud de situaciones. Sundblom creó su versión definitiva de Santa en 1964, dando forma a una imagen colectiva tan poderosa que va más allá del márketing y se ha convertido en un icono de la Navidad en todo el mundo.