Hoy os presentamos el trabajo de Janet Hansen, una joven diseñadora especializada en portadas de libros, que actualmente trabaja para Alfred A. Knopf.
Hansen se licenció en 2007 en la School of Visual Artsy vive en Montclair, Nueva Jersey. Ha trabajado para The Penguin Press, Riverhead Books, el diseñador Takaaki Matsumoto y The French Institute Alliance Française.
Su trabajo como diseñadora de libros ha sido alabado e incluido en la selección de mejores portadas que realiza The New York Times Book Review. De hecho, tres de sus proyectos forman parte de la lista de 2015.
Para Hansen su objetivo personal como diseñadoras de portadas de libros, más allá de expresar visualmente la voz del autor, es crear una portada atrayente. “Muchos libros pueden ser categorizados en un subgénero por su estética: misterio, romántica, ciencia-ficción… Los gustos visuales de los lectores, sin embargo, evolucionan y esas tendencias de diseño pueden envejecer rápidamente. Mi trabajo como diseñadora es evitar eso. Y soy afortunada al trabajar con una casa editorial que está abierta a la experimentación”.
En su rutina de trabajo lo primero, es leer el manuscrito, aprender sobre el autor e investigar todo lo que se pueda sobre el tema del libro.
Cómo diseña Janet Hansen
Uno de las portadas más celebradas de Hansen es la de Voices in the Night de Steven Millhauser. La diseñadora afirma que sintió “una gran presión por hacer justicia al libro. Subrayé detalles especiales de las historias y anoté temas recurrentes que sirvieran de hilo conductor”.
¿Cómo llegó al diseño final de la portada? Hansen observó que un tema en particular recorre las historias de Millhauser, que se dividen entre las reglas de la lógica cotidianas, mezcladas con una especie de realismo mágico que impregna la vida de los personajes.
Ese movimiento entre la realidad y lo fantástico fue el concepto que Hansen eligió plasmar a través del diseño. Por lo que se aproximó a la portada de un modo abstracto.
El proceso creativo del diseño
En un principio Janet se inspiró en las fábulas y cuentos en los que se basan las historias del libro. Pero después de trabajar con esas ideas, “sentí que eran demasiado evidentes y que no representaban las historias como un todo”.
El siguiente paso en el diseño fue jugar con la tipografía. “Hice unas letras troqueladas, y traté de fotografiar el resplandor de una luz detrás de ellas. Me gustaba la idea de esto, pero creo que la ejecución no era del todo ajustada al tono de los cuentos”.
Finalmente, Hansen comenzó a investigar sobre ilusiones ópticas y op art. Con esto en mente, “pensé en la perfecta ilusión del Guggenheim de Nueva York. Los grafismos en blanco y negro son uno de los más atractivos para el ojo y esa paleta tan cruda era muy apropiada, ya que algunas de las historias son también inquietantes y crudas.
La diseñadora creó y presentó varias versiones, pero el director de arte de la editorial inmediatamente eligió una, que fue la que se envió al autor.
¿Y el autor del libro qué opina?
A Millhauser le encantó: “Esas lineas rectas representan lo racional, la lógica, las estructuras intelectuales de mis cuentos. Las curvas son las fuerzas ocultas que alimentan esas estructuras y que tratan en todo momento de sobrepasarlas. La lucha entre estos dos tipos de energía es lo que son mis historias y verlo expresado de forma tan vívida es asombroso”.
¿Qué os parece? ¿Os gusta el resultado final o habríais elegido otra de las opciones?[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
