Septiembre ya está aquí, con esa mezcla de tristeza postvacacional e ilusión por el inicio del nuevo curso. Para que la ilusión triunfe, empezamos el mes con la ilustración de Julia Cejas, que nos traslada a una tarde de otoño, de nuevo con los amigos, jugando y charlando tranquilamente.
Julia Cejas, pasión por el cómic
Julia Cejas es una ilustradora que siempre está a caballo entre Murcia y València. Licenciada en Bellas Artes por la UPV, con la especialidad de dibujo, trabaja como ilustradora para libros infantiles y juveniles, pero su pasión es el cómic.
Fue nominada al premio Miguel Gallardo/autor revelación en el Salón del Còmic Barcelona 2023 por Hanan & Genji (guion de Roberto Corroto, publicado por Sallybooks).
Además, fue receptora de la beca Generacción con la que pudo vivir seis meses en Japón y cuya experiencia cuenta en el cómic Hanami, que publicó el año pasado en Norma Editorial (publicado en Francia por La Boite à Bulles y en Estados Unidos por Humanoids US).
En su obra, Julia Cejas mezcla procesos analógicos y digitales, creando imágenes sueltas y expresivas, con manchas de tinta y trazos irregulares. En ellas se evocan historias alrededor de personajes fuertes, principalmente femeninos, donde el color juega un papel fundamental.
Entrevista a Julia Cejas, septiembre en nuestro calendario solidario
¿Cómo se despertó en ti la necesidad o el deseo de dibujar? ¿Cuál es tu primer recuerdo con un lápiz en la mano?
Por un lado, no era la niña con más amigos del mundo, por lo que dibujaba mucho. Cuando mis compañeros empezaron a pedirme que les dibujara cosas, ya algo hizo «click». Un poco de refuerzo positivo, y aquí estamos ahora.
¿Tienes algún rito especial, alguna manía, cuando te enfrentas a un proyecto creativo?
El proceso creativo puede ser tan caótico que intento organizar pasos para centrarme e ir reconduciendo las ideas. No creo que tenga manías (debo tener millones).
¿Cómo definirías tu estilo?
Es una mezcla de todas mis influencias, especialmente del cómic. Nacional, americano, japonés… Me ha hecho prestar mucha atención a las expresiones y a la hora de contar pequeñas historias en una viñeta. La ilustración ha influido mucho en mi cómic, prestando atención en la composición.
¿Qué técnica o material prefieres a la hora de trabajar?
Trabajo con una mezcla de digital y analógico. Utilizo el ordenador para los bocetos y el color y tinta con pincel y plumilla para la rotulación.
¿Por qué has elegido esta imagen para el Calendario Solidario de La Imprenta CG?
Es una imagen que habla mucho sobre un espacio y en el que la época del año juega un papel importante. La primavera, ¡aunque se haya colocado en septiembre, jaja!
Mi adolescencia entre los limoneros, junto al instituto cuando faltábamos a clase para jugar a la brisca (¡de ahí los gestos!).
¿Nos recomiendas una peli y un cómic?
No voy a decir ninguna perla secreta. La última película que vi que me encantó fue Vidas Pasadas, de Celine Song. Una pareja separada antes de ser pareja.
Y un cómic, Aquel Verano, de Mariko Tamaki y Jillian Tamaki. El último verano de una niña antes de llegar a la adolescencia. Preciosos ambos.
¿Crees que el trabajo de ilustrador está suficientemente reconocido? ¿Qué harías para mejorar la situación?
Definitivamente, no. En esta época en la que se entrena a las IA con imágenes robadas a todo el gremio mundial, sin pestañear, y no se legisla… En la que la mayoría de ilustradores viven bajo mínimos. Intentamos asociarnos y que cambien algo las cosas. Pero está bastante por encima de nosotros como individuos, pienso yo.
¿Qué consejo te hubiera gustado recibir cuando empezaste?
Que empezara a enseñar mi trabajo a editores y directores artísticos antes. Por inseguridad, seguí y seguí estudiando. Trabajar es la forma más rápida de aprender. ¡Con una base sólida de aprendizaje, claro!
Muchas gracias a Julia Cejas por colaborar con nosotros en nuestro calendario solidario, cuyos beneficios están destinados a la Fundación Ronald McDonald de València. Aunque ya estamos en septiembre, podéis comprarlo en nuestra imprenta online o en la Librería Bangarang de València. ¡Es tan bonito que merece la pena!
