Os presentamos un libro que surgió previamente como un proyecto audiovisual y que más tarde ha tomado forma en papel y que hace uso de la caza para hablar del medio de vida rural y de la transmisión de valores. Narraciones de caza del abuelo es un libro autoeditado e impreso en La Imprenta CG.
El propio Rubén Montes nos cuenta cómo surgió este libro y de la importancia de conocer nuestros orígenes y de conservar la memoria de nuestros antecesores.
Rubén Montes, un emprendedor de aficiones literarias y cinegéticas
Librosdecaza.com es un proyecto que surgió sin buscarlo expresamente. Es cierto que yo he sido siempre muy emprendedor, y nunca dejo escapar una oportunidad de negocio. Después de muchos errores y pérdidas, actualmente tengo mi propia empresa de producción audiovisual y, aparte, mi proyecto de Libros de Caza. He conseguido que mi trabajo se centre en mi hobby, que es la caza. Siempre escuché que si trabajas en lo que te gusta, no trabajas. Así me siento.
Librosdecaza.com se trata de una librería online, centrada en un nicho de mercado: los cazadores. Me di cuenta de que a este público le gustaba y consumía bastante literatura sobre su afición: la caza. Empecé por una película, “Aguardo, la última luna” que hice cuando estaba iniciando mi productora audiovisual. La colgué en la red social de Youtube y tuvo una gran acogida. Después decidí escribir el libro “Narraciones de caza del abuelo” que seguía la historia de la película. Y finalmente lancé esta librería online para cazadores.
“Aguardo, la última luna” es una película que se rodó en 2019 con pocos medios y poco presupuesto. Una historia sobre las esperas del jabalí, donde abuelo y nieto van tras un gran macareno durante el verano. El personaje del “Abuelo”, encarnado por el actor José Soler, emocionó a muchos cazadores. La historia que cuenta esta película de 54 minutos, no destaca por la venatoria en sí, sino por la relación estrecha que une a abuelo y nieto gracias a la caza.
“Narraciones de caza del abuelo” es un libro para leer junto al crepitar de la lumbre, que es el lugar donde saben mejor las historias de caza. Sus páginas, aunque huelen a tinta recién impresa, guardan el sabor de lo antiguo, de la caza castiza en la sierra, de paralela y cartucho de bala y humo de tabaco de liar.
Este libro cuenta la vida de un hombre que pudo ser cualquiera de nuestros abuelos. Habla de sus propios maestros, de los que nacieron tal día como hoy hace más de un siglo. Habla de los primeros conejos cogidos a lazo, por entonces, y de las liebres que quitaban de pasar hambre a los pastores. Habla de aquellos ganchos con cinco escopetas, tres podencos, una mula y una sartén de gachas en el centro, sin sorteos ni permisos. Narra lances a venados, machos monteses y cochinos entremezclados con el deambular de la vida rural antigua. El huerto, las setas, el ganado y las cuatro estaciones son las preocupaciones de estos personajes que aparecen a lo largo de la historia.
Los tiempos cambiaron, y hubo que rendirse a la evidencia. El protagonista experimenta el paso de la vida, la tragedia y la alegría, los cambios en las formas de cazar y finalmente el peso de la vejez. Satisfecho y feliz, acepta lo que trae cada tiempo y ve venir a unos y marcharse a otros. Su nieto lo acompaña en el tramo final hasta que “La última luna” zanja la historia con un enorme macareno por testigo.
El abuelo es un personaje inventado. Tiene cosas de todos mis maestros en la caza, como mi abuelo verdadero. Esta historia está basada en hechos reales, en parte. En él me reflejo a mí mismo también, sin haberlo hecho a propósito. En este libro hablo de un cazador, pero también expreso lo que siento por la caza y por la vida misma.