En La Imprenta CG somos expertos en imprimir catálogos para exposiciones artísticas, como la dedicada al pintor Ricardo Gil Romaguera en Galería Cuatro. Bajo el título Montaña Rusa se recogen una veintena de obras del pintor valenciano, en las que plasma su rico e intenso mundo interior.
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Montaña Rusa: los vaivenes de la vida plasmados en lienzos
Comisariada por José Lapasió, la exposición Montaña Rusa estará abierta al público en la Galería Cuatro hasta el 21 de mayo. La muestra está compuesta por una veintena de obras del pintor Ricardo Gil Romaguera, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Valencia y con una larga trayectoria expositiva, tanto de forma individual como colectiva. Cabe destacar que esta exposición tiene un significado especial para su autor, pues con ella regresa al circuito artístico y a volcarse de lleno en la actividad pictórica, tras años de dedicación sesgada e incompleta a causa de su absorbente dedicación profesional al frente de una entidad bancaria. Y ese regreso ha venido cargado de intensidad y urgencia, como lo demuestra el hecho de que buena parte de la obra expuesta ha sido producida durante este mismo año.
Para José Lapasió, la obra de Ricardo Gil no sólo tiene belleza plástica, sino que tiene un mensaje interior, cargado de sentimiento, que es capaz de plasmar en cada trabajo. En ese sentido, podemos considerar a Ricardo Gil heredero directo de la histórica abstracción lírica, aquella que actúa movido por la «necesidad interior» que Kandinsky señalaba en sus escritos y plasmaba en sus cuadros. Un mundo que, en un primer acercamiento podría acusar cierta uniformidad formal y cromática pero que, a poco que el espectador se asome y contemple detenidamente de cerca cada una de las obras, un profuso mundo desbordante de matices y detalles se destapa ante sus ojos. Una auténtica montaña rusa que deja tras de sí una estela plástica de estremecimiento, conmoción, afectos, congojas, y también alegrías y satisfacciones.
Según Lapasió, “la plasticidad que confronta la obra de Ricardo, la incluiría dentro de un mundo propio, donde el informalismo abstracto da paso a un nuevo informalismo interior, donde las ideas se van entrelazando formando su universo”. El lenguaje de Ricardo Gil está hecho de contrastes matizados, siempre en busca de tensiones equilibradas. Las pinceladas, veladuras y gestualidades que aplica sobre el lienzo revelan el saber hacer de un pintor maduro que hace tiempo que descubrió que en el arte, al igual que en la vida, las dualidades, los opuestos contrastados, carecen de sentido, pues es es en las medias tintas, en la infinidad de grises que van del blanco al negro, donde subyace lo auténtico, donde encontramos el sentido de lo verdadero y transcurre la vida.
Ricardo Gil plasma sus experiencias, su vida, en el lienzo. El autor retrata lo cotidiano y consigue hacer llegar al espectador los sentimientos de cada momento.
Lapasió destaca el estallido de color de la obra de Gil, que impregna las pupilas y “un poco más allá el corazón”. Aunque cabe señalar que se trata de estallidos contenidos, en busca de equilibrios internos que compensen las tensiones de la forma y el color, matices delicados que dejan entrever los años de oficio del pintor y la profunda seriedad de los sentimientos que se ocultan tras los lienzos.
Para Ricardo Gil, la inspiración para esta serie de obras llega de su búsqueda de reposo en la vorágine de la vida: “Subir y bajar, miedo, inquietud, deprisa, amarillo, profundidad, deseo, ambición vanidad, orgullo. Vivir… Busco el reposo en esta montaña rusa…”.
Todo ello está presente en los cuadros del pintor valenciano, que con sus obras logra atrapar en el lienzo la angustia y el gozo de vivir.
Ficha técnica del catálogo:
Impreso en La Imprenta CG.
Textos del Comisario de la exposición, José Lapasió y del pintor Ricardo Gil.
Maquetación: José Luis García Ibáñez.
Galerista: Miguel Castillo.