Hoy contamos con la aportación del senador del Museo de la Imprenta y experto en la Historia de las Artes Gráficas, Enrique Fink Hurtado, que desglosa los motivos por los que San Juan ante Portam Latinam es el patrón de los gremios de impresores.
San Juan ante Portam Latinam, patrón de los impresores
San Juan ante Portam Latinam es el patrón de los gremios de impresores. Es también San Juan Evangelista, patrón de notarios y registradores.
Su festividad se celebra el seis de mayo, si bien la del Evangelista tiene su fecha en el santoral el 24 de junio y su fiesta el 27 de diciembre, por ser en el día en el que la Iglesia inicia la lectura de su Evangelio.
Su imagen solemos asociarla al conocido grabado de Durero, que lo muestra dentro de una tina con aceite hirviendo, sufriendo martirio ante la puerta romana que le da nombre (dato improbable porque la citada puerta es siglo y medio posterior al suceso).
Cuenta la historia que el emperador Domiciano en el año 94 ordenó su traslado a Roma, tras su detención en Efeso y allí su martirio y muerte, pero el fuego de la tina menguó, el aceite se enfrió y resultó indemne, ante ello, el emperador decidió desterrarlo a la isla de Pathmos, donde escribió el Apocalipsis. Fue el único apóstol que murió de viejo, de muerte natural.
San Juan en Valencia: Sant Joan de les lletres grosses
En Valencia, su imagen era custodiada por el Maestro mayor del Gremio, dando lugar en ocasiones a situaciones curiosas, como la relatada por Ricard Blasco en su Homenatge a la Impremta Valenciana 1474-1494 referido a la Cofradía valenciana en tiempos modernos: “el impresor Manuel López costeó la función religiosa y guardó la imagen del santo, nadie se la pidió, en 1836 la restauró, a su fallecimiento en 1849 encargó a su hija Rosa que cuidara del santo, muerta Rosa en 1870 quedó al cargo de cinco nietos del tipógrafo que se vieron sorprendidos al año siguiente cuando una comisión de impresores se la reclamó para venerarla en la Sociedad de Socorros Mutuos de Impresores recientemente constituida. La imagen de noventa centímetros representaba al santo de cuerpo entero con un cáliz en su mano derecha y a sus pies, a la izquierda, el águila del evangelista”.
José Enrique Serrano Morales en su Reseña histórica en forma de diccionario de las imprentas que han existido en Valencia, reproduce unas preciosas estampas impresas en los talleres de dos grandes de la imprenta valenciana Benet Monfort y Josep de Orga.
Una curiosidad de corte local es que los impresores valencianos lo llamaban Sant Joan de les lletres grosses y la razón era muy simple: en tiempos en que era frecuente el uso de tacos de papel con la fecha, día de la semana, mes, santo del día, etc.; colocados en lugar bien visible de los talleres, los comercios o los domicilios, todos los días estaban impresos con el mismo cuerpo, menos uno, San Juan, para cuya fecha usaban un cuerpo mayor. Una lletra més grossa.
Tiene el santo lugares de devoción en la geografía española, valgan como ejemplo una ermita en la población salmantina de Santibáñez del Río a orillas del Tormes; una iglesia románica en la villa vallisoletana de Arroyo de la Encomienda, otra ermita en el abulense pueblo de Solosancho y una ermita en la población guipuzcoana de Lazkao de cuya imagen muestro una reproducción en madera que la empresa ubicada en San Sebastián, Comercial North, dirigida por D. Alberto Vilarnau, regaló a sus colaboradores, entre ellos mi padre, en el año 1969. Allí, por su tamaño, lo llaman San Juan Txiki.
Muchas gracias a Enrique Fink Hurtado por su investigación de la curiosa historia de porqué San Juan es el patrón de los impresores.