Aunque resulte sorprendente, la respuesta es SÍ, el color se puede patentar, pero con ciertas condiciones.
Un poco de historia
Haciendo un poco de historia, quizás uno de los más famosos ejemplos es el caso del azul Klein. Esta tonalidad debe su nombre al artista Yves Klein, que lo utilizó profusamente y lo patentó bajo la denominación de International Klein Blue o azul Klein Internacional.
En el mundo empresarial, una marca puede registrar un color siempre que sea un tono de color y no un color primario, que la tonalidad no tenga nada que ver con la naturaleza del producto (una marca de leche, por ejemplo, no puede registrar el color blanco) y que el color esté relacionado con la marca por tradición, popularidad o costumbre.
En contra de estas normas, hace unos años la empresa de telecomunicaciones T-Mobile registró el color magenta, creando un enorme escándalo y bastante ruido, al tratarse de un color primario. Incluso se creó una plataforma online -www.freemagenta.nl- para “liberar” al color magenta de su secuestro en el registro de patentes.
Sin duda, T-Mobile consiguió muchísima publicidad gratuita con esta maniobra, pero su imagen pública se resintió y pasó a ser una compañía considerada “antipática”. Quizás, al ser una operadora de telecomunicaciones no le importó un poco más de mala prensa. Ya se sabe, que hablen de ti, aunque sea mal.
Otros tonos han sido patentados para evitar falsificaciones o por ser parte de la historia de una marca. Es el caso del azul de la joyería Tiffany, que está patentado desde 1998 y al que corresponde el código Pantone 1837, fecha de la fundación de la joyería.
Hay otros casos que han generado polémica, como el rojo chino de las suelas de los zapatos de Christian Louboutin. El diseñador tuvo una batalla legal con otro grande de la moda, Saint Laurent, que también utilizó (después de Louboutin) ese característico rojo en las suelas de sus zapatos.
En este caso, Louboutin consiguió registrar en exclusiva el uso de ese tono de rojo en las suelas de los zapatos, siempre que el zapato entero no fuera de ese color; como era el caso del modelo que originó la demanda, por lo que Saint Laurent no fue penalizada.
En nuestro país también hay casos de colores patentados, como el azul del empaquetado de los productos Evax, el verde de El Corte Inglés o el verde de la Guardia Civil, entre otros.
¿Qué implica que un color esté patentado? Evidentemente, no puede ser utilizado para fines comerciales por otro que no sea el titular de la patente, no está disponible al público y no se imprime en los libros de muestra de Pantone Matching System.
Con esta acción legal, muchas marcas protegen su imagen y productos de falsificaciones o de posibles competidores que puedan llevar a error al consumidor. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa y más aún con algo tan sutil como una tonalidad de color: simplemente alterando un poco su composición, ya no es el mismo color aunque el ojo humano casi no aprecie la diferencia.